martes, 18 de septiembre de 2012

DICHOS POPULARES DE LA LENGUA ESPAÑOLA

IR DE PICOS PARDOS

Ir de picos pardos es una expresión equivalente a ir de parranda en busca de hombres o mujeres.
En el Renacimiento las mujeres llevaban una falda que era un lienzo de forma cuadrada, con una abertura en el centro. Esta abertura se ajustaba a la cintura y la falda resultante tenía cuatro picos.
En el Quijote se habla de la condesa Trifaldi, y explica Cervastes que lleva una falda con tres picos en vez de cuatro.

El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, en su 3ª
edición de 1791, decía " Andarse, o irse, a picos pardos" es frase que se da a entender que alguno, pudieron aplicarse a cosas útiles y provechosas , se entrega a las inútiles e insustanciales, por no trabajar y por andarse a la briba".

Montoto, en Un paquete de cartas, escribe " los picos o los mantos con picos pardos,
fueron según leí no recuerdo en cuál autor, distintivo de las mujeres de vida airada, mozas de partido, etc.
En tiempos pasados, las tales tenían que vestir como se les ordenaba.
Según las Ordenanzas de la casa pública de Sevilla, no habían de usar vestidos talares, ni sombrillas, ni guantes, sino una mantilla para los hombros, corta y encarnada.

Carlos III impuso a las prostitutas la obligación de distinguirse mediante sayas de color pardo cortada por los bajos en picos, aunque también se dice "ir de picos pardos" tiene que ver con las costumbres lijeras de los estudiantes del Siglo de Oro y sus acompañantes.   Ellas para identificar su condición de prostitutas, llevaban un cintillo pardo en el borde de la falda.

Ya en el siglo XX, la frase se comenzó a usar por ambos sexos, como irse de parranda.



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