Allí, mi habitación tengo guardada
entre paredes blancas
y suelos relucientes.
Allí, mi cama, mi comida,
mi sueño, mi descanso;
Más no tengo el amor
de los que quiero.
No estoy abandonado
pero me encuentro solo,
dejado de las manos del amor
en manos de la prisa y de las horas.
Paso, de mano en mano,
como billete roto
que nadie quiere.
¡Le veo feliz!, dirán,
porque se dicen cosas
con la palabra fría.
¡Que saludable está!;
porque sonríes
al aire de la tarde.
Nadie ve el interior
tan solo la fachada
que remozada,
con ropajes de hoy,
parece nueva.
Pero en el fondo
la angustia me acongoja
y me llena de miedos
y de nostalgias viejas.
¿Que hice para que así
me sienta abandonado?
Luchar por ti,
vivir para ti
Llenar el vacío
de juventud y hombría
y conseguir mi sueño.
Yo sé que es lo que priva
lo que se estila hoy.
Pero, mira mi cara
y el fondo de mis ojos
y veras que me falta
esa expresión hermosa
que se llama ¡Te quiero!
Del libro "Memoria Lánguida"
Manuel González Revidiego
Nace en Jerez de la Frontera el 13 de diciembre de 1944, en la calle Monja Vitoria.
Tenemos la suerte de que sea amigo y compañero de nuestro grupo de literatura.
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