Describir la historia de los títeres de la Tía Norica significa efectuar una auténtica regresión al nacimiento del drama occidental.
Yo creo que la suprema aspiración del Arte y, especialmente del Teatro, debe ser recoger, reflejar, dar la sensación de la vida de un pueblo, o de una raza.
Ramón María del Valle-Inclán.
La Tía Norica de Cádiz es más que una compañía de marionetas. Es un espíritu burlón con solera, que representa la idiosincrasia de una ciudad, y cuyos hilos son de la misma materia que los de las Parcas."Apenas abrimos los ojos al mundo", decía un crítico anónimo en 1851.
"nos llevaron a aquel cuasi-teatro para reírnos con el corazón, para aplaudir con el alma".
Durante generaciones, gaditanos de toda edad y condición han compartido el mismo espectáculo, cumpliendo con un ritual iniciático en los misterios de Talía: desde el obispo Arbolí, hasta el novelista Fernando Quiñones, pasando por el historiador Adolfo de Castro, el músico Manuel de Falla o el dramaturgo José Mª Pemán. Mucho antes, su fama había ido traspasando, sigilosamente, los límites de su ciudad natal.
La forma definitiva de sus representaciones se fijó a finales del XVIII y su "historia oficial" empieza en los primeros años del XIX. Según la Guía Rosetty de Cádiz para 1871, en 1815 se inaguró un teatro en la calle Compañía para las representaciones del " antiguo nacimiento de figuras corpóreas, conocido por el de La Tía Norica" , funcionó sin interrupción durante 55 años, a cargo de la familia Montenegro, las funciones , que tenían lugar durante la "Feria del Frío", entre el 8 de diciembre al 2 de febrero, siempre concluían con un sainete protagonizado por personajes que reflejaban tipos populares de la ciudad.
Seguramente mis queridos amigos os preguntareis como se me ha ocurrido poner esto en el blog, tiene su lógica. Lo primero es que creo que esta historia de tantos años, también puede tener su sitio en nuestro blog, ya que es arte y todo está ligado a la literatura.
Pero en realidad es una curiosidad que tenia desde niña, ya que oía a mi abuela decir en muchas ocasiones " pareces una Tía Norica " yo entonces creía que era , como en casi todas las familias esos dichos particulares y "mamarrachos " como yo digo muchas veces. A la edad de nueve años me fui a vivir a Madrid, y ya allí se acabó la historia y no lo volví a escuchar, así que siempre creí que era un dicho familiar, hasta que ha mi vuelta a la provincia de Cádiz me di cuenta que estaba equivocada. y La Tía Norica era una realidad que además tiene la Medalla al Mérito en Bellas Artes del Ministerio de Cultura 2002, y puede que pronto sea Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Si nos animamos podríamos ir a ver el museo.
Con cariño Mercedes
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